El vino tinto no nace solo del azar, ni de una receta rígida. Es el resultado de un proceso artesanal donde la uva, la tierra y la mano humana se combinan en equilibrio. Hoy te invitamos a recorrer, paso a paso, cómo se elabora un vino tinto.

🌱 Todo empieza en la uva

Los vinos tintos nacen de uvas tintas, como por ejemplo Malbec, Tannat o Cabernet Sauvignon. Lo que define su color, cuerpo y textura está, sobre todo, en sus pieles (o hollejos), donde se encuentran las antocianinas (responsables del color) y los taninos (que aportan astringencia, estructura y potencial de guarda). También influyen las semillas, los escobajos y el tipo de suelo donde se cultivaron.

Cosecha y llegada a la bodega

La cosecha puede hacerse de forma manual o mecánica. En los vinos de mayor calidad, se prefiere la cosecha manual, ya que permite una selección más cuidadosa de los racimos y un trato más delicado a la uva, evitando roturas o fermentaciones indeseadas.

Las uvas finas viajan en cajones plásticos, preservando su estado hasta llegar a la bodega. En cambio, para grandes volúmenes o vinos de consumo más masivo, se utilizan máquinas que agilizan el proceso. Una vez en bodega, cada decisión del enólogo empieza a definir el estilo y carácter del vino final.

🔧 Recepción, selección y molienda

En bodega, las uvas se despalillan (separan del escobajo) y se rompen suavemente para liberar el jugo. En vinos de calidad, se hace una selección manual para descartar las uvas dañadas. En este punto puede iniciarse una maceración en frío o directamente comenzar la fermentación.

🍷 Fermentación: el corazón del proceso

La fermentación alcohólica es el momento en que el jugo de uva se transforma en vino. Las levaduras de las uvas —naturales o seleccionadas— convierten los azúcares de la fruta en alcohol, aromas y gas carbónico, siempre que haya una temperatura controlada.

Este proceso ocurre generalmente entre los 20°C y 30°C. Si la temperatura es muy baja, la fermentación se enlentece o no arranca; si es muy alta, puede ser violenta y afectar negativamente los aromas.

Durante esta etapa, el jugo fermenta con los hollejos y semillas presentes, lo que permite extraer color, taninos y estructura. La fermentación se lleva a cabo en distintos recipientes según el estilo buscado: tanques de acero inoxidable, que conservan mejor los aromas frescos; piletas de cemento, que ayudan a mantener la temperatura estable; o incluso toneles de madera, en elaboraciones más artesanales o complejas.

Para asegurar una buena extracción, se aplican técnicas como los remontajes, donde se bombea el líquido desde el fondo del recipiente y se vierte sobre el sombrero de sólidos que flota arriba, asegurando así el contacto entre jugo y materia sólida.

Después, muchos vinos pasan por una fermentación maloláctica, un proceso más suave donde bacterias convierten el ácido málico (más punzante) en ácido láctico (más redondo). El resultado: vinos más equilibrados, cremosos y fáciles de tomar.

🕰️ Maceración y guarda

La maceración (el tiempo que el jugo pasa en contacto con las partes sólidas de la uva) puede extenderse incluso después de la fermentación, dependiendo del estilo buscado. Luego, algunos vinos se crían en barricas de roble, donde se integran los taninos, se oxigenan lentamente y adquieren complejidad aromática: notas a vainilla, cacao, cuero o madera.

🍾 Clarificación, estabilización y embotellado

Antes de salir al mundo, el vino se trasiega para limpiarlo, se estabiliza y se puede clarificar. Finalmente, se embotella. Algunos vinos se disfrutan jóvenes; otros, reposan en botella durante meses o incluso años para afinar todos sus matices.

💬 Comentarios BOTIJA: bajamos un cambio y te lo contamos fácil

  • ¿Por qué algunos vinos tintos “raspan” o secan la boca? Porque tienen taninos más marcados, que pueden venir tanto de la uva como de la crianza en madera.

  • ¿Por qué un Malbec joven es más frutado y uno reserva es más complejo? Porque el primero tuvo menos contacto con madera y menos tiempo de crianza.

  • ¿Qué hace que un vino tenga más color? El tiempo de contacto del jugo con las pieles, y la variedad de uva. No es lo mismo un Pinot Noir que un Tannat.

  • ¿Se puede tomar un tinto joven frío? ¡Sí! Algunos tintos ligeros y frutados quedan increíbles refrescados, ideales para primavera o verano.